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Jugar con un recien nacido – lo que tienes que saber

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Jugar con un bebé recién nacido es posible, aunque la creencia de que son demasiado pequeños para hacerlo es muy popular. Obviamente todavía queda para poder compartir carreras, juegos de mesa, muñecas o coches
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Jugar con un bebé recién nacido es posible, aunque la creencia de que son demasiado pequeños para hacerlo es muy popular. Obviamente todavía queda para poder compartir carreras, juegos de mesa, muñecas o coches de carrera; pero el bebé es capaz de experimentar y sentir un sinfín de sensaciones que experimentará por primera vez. Para ti, serán momentos únicos en los que incluso podrás conocer los primeros rasgos de la personalidad de tu bebé.

Los recién nacidos pueden aburrirse: a veces cuando lloran no es que necesiten ser cambiados o tengan hambre, simplemente es su manera de llamar la atención reclamando ser atendidos.

Una buena manera de entretenerlos es dando un paseo. No solo se beneficiarán de tomar el aire, sino que explorarán nuevos ambientes, sonidos y olores diferentes a los de su hogar. Se distraerá con las vistas cambiantes de la personas, mascotas, árboles, etc. que vaya encontrando en su camino.

Durante los primeros meses de vida el juego de los bebés se limita a la exploración y estimulación de los sentidos, distinguiendo las texturas, formas y colores que le rodean.

Para jugar con tu bebé serán muy útiles los juguetes sensoriales, aquellos que hacen que desarrollen sus sentidos con estímulos externos, relacionándolos con el entorno, ayudándoles a comprender formar y diferenciar texturas.

Los bebés necesitan juegos que estimulen sus sentidos

Los juguetes sensoriales más conocidos son los musicales, como los sonajeros, imprescindibles para mejorar su percepción auditiva. Para estimular su oído también podrás jugar con tu bebé usando llaves como sonajeros, poniéndoles música o susurrando. Verás como con los ojos buscará de donde proviene el sonido y si no le gusta, verás como se queja.

Los peluches son otro tipo de juguetes sensoriales que podrás usar a tu favor durante alguno de sus berrinches, ya que estimularán el sentido del tacto y su suavidad les transmitirá tranquilidad.

Los mordedores pueden llegar a estimular los cinco sentidos del bebé a la vez: la vista gracias a la forma y color del juguete, el tacto gracias a su textura, el oído ya que moviéndolo y golpeándolo podrá crear sonidos, acercándolo a su nariz reconocerá su olor y el gusto porque al usarlo para aliviar el dolor de encías podrá probar también a qué sabe.

Existen los juguetes evolutivos, con los que podrán jugar durante varias etapas de su vida ya que a medida que estos crecen, van adaptándose a su desarrollo.

Todos estos juguetes ayudarán a que su cerebro vaya organizando y relacionando características que le rodean. Según la experiencia que vaya adquiriendo y las sensaciones que vaya experimentando, aprenderá a interactuar con personas y objetos en el futuro, desarrollando gustos y preferencias. Todavía no sabe sonreír, pero mientras juega podrá podrá transmitirte con la mirada su sorpresa, emoción, inquietud, etc. Así empezarás a entender su personalidad: hay niños que se asustan con facilidad y otros que se dejan llevar por la curiosidad.

Las hamacas y los columpios son buenas opciones para tener a tu hijo entretenido sin la necesidad de cogerle en brazos. Se pueden convertir en accesorios muy útiles durante la crianza, sobre todo te ayudarán en esos momentos en los que necesites cocinar, redactar algún correo o hacer la colada. Además, las alfombras de juego estimulan a la vez su desarrollo motor.

Algo a tener en cuenta cuando vayas de compras o cuando te regalen juguetes para tu bebé es revisar siempre sus etiquetas, indicaciones e instrucciones. Con la etiqueta CE dispondrás de la mejor garantía de seguridad, ya que sabrás que cumple con la Normativa de Seguridad Europea.

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